viernes, 8 de junio de 2012

Información para los que están pensando en tener un Hurón como mascota


Los hurones son animales más parecidos al perro que al gato, sobre todo a nivel veterinario. En proporción, los hurones causan muchos menos daños que los perros o gatos.

Es necesario vacunarlos contra la rabia. Son enérgicos, curiosos y mucho más sociables que los gatos, les gusta jugar con sus dueños. Dicen que los humanos domesticaron hurones por la curiosidad que despertaban; sea esto cierto o no, su curiosidad es superior a su instinto y esto hace que sus posibilidades de supervivencia en nuestro entorno sean bastante limitadas (muchos mueren explorando y reclinando sillas sin el conocimiento de sus dueños).

Peligros para los hurones
Los hurones son expertos en colarse por los agujeros de los armarios, las paredes, o detrás de los electrodomésticos, donde pueden resultar heridos o incluso fallecer a causa de los cables eléctricos, los ventiladores y otros artículos peligrosos. Las sillas plegables son una auténtica trampa mortal para ellos, pues se suben con frecuencia sobre estos muebles, plegándolas después y muriendo aplastados. Por estas razones es necesario tomar una serie de medidas en el hogar antes de adquirir un hurón como animal doméstico, como retirar o asegurar cualquier aparato o mueble peligroso o tapar los posibles agujeros repartidos por la casa. Muchos dueños optan por recluir sus hurones en una jaula durante la noche o mientras se ausentan de casa.

Alimentación
Los hurones son por naturaleza carnívoros. La comida para gatos no proporciona normalmente las proteínas o la proporción de grasas necesarias para el correcto metabolismo del hurón, aunque el alimento de alta calidad destinado a los gatos más jóvenes puede ser utilizado durante un tiempo si la comida específica para hurones no se encuentra en ese determinado momento. No obstante, la abundancia de alimentos de baja calidad en la dieta del animal no son apropiados para éste. Cuando se lea la etiqueta, los tres ingredientes más abundantes deben ser derivados cárnicos, pues los hurones no pueden digerir correctamente los compuestos de cereales usados en las marcas más baratas de alimento para gatos.

El alimento ideal del hurón contiene un 32–38% de proteínas y un 15–20% de grasas (el origen de las proteínas del alimento del hurón debe proceder siempre de carne, no de soja o plantas similares). Aunque un alto contenido proteico es esencial, si éste es mayor del 38% puede generar ocasionales cálculos renales y obstrucciones urinarias en los hurones más viejos. A la mayoría de los hurones les encantan los dulces como pasas y mantequilla de cacahuete, pero tales caprichos se les deben dar sólo ocasionalmente, pues incluso una cantidad pequeña de azúcar puede ocasionar a veces anomalías en el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y el páncreas, donde se produce la insulina. A pesar de que los productos vegetales pueden proveer a los hurones de ciertos elementos y una dieta variable, el hecho de que su aparato digestivo sea relativamente corto impide que puedan extraer mucha energía de ellos, y por esta razón deben ser sólo un suplemento, y no una alternativa, a su dieta habitual.

Ver actividad de los hurones

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